Desde el nacimiento mismo de la humanidad, han existido historias y leyendas. Desde legados míticos hasta escritos religiosos, podemos observar como la imaginación humana, ha sido capaz de desarrollar (siempre con bases reales) una infinita cantidad de historias que pueden abarcar desde la creación del universo, hasta los actuales peligros de tomar bebidas cola mientras se comen ciertos dulces específicos.
De toda esta interminable cantidad de historias, existen dos modelos que podrían enseñarnos mucho acerca de la naturaleza humana, no por su cultura, sino que porque representan sus mayores anhelos y miedos: el modelo de historia religiosa, y el modelo de historia de terror.
La religión en la historia de la humanidad ha sido algo en constante cambio, aunque siempre mantiene unas ciertas bases que se mantienen imperturbables: los buenos serán recompensados, los malos serán castigados.
A pesar de que antiguamente se creía en los dioses que representaban lo cotidiano (el dios de la lluvia, del trueno, del sol, de la sabiduría y todo un largo etc.), hoy, la religión se ha convertido en una cuestión de absoluta fé, y en un tema absolutamente personal e individual, por lo que voy a limitarme a hablarles del otro modelo de historia… me refiero, claro está, a las historias de miedo.